CORRIENTES ARTÍSTICAS EN EL REINADO DE FELIPE V

Al iniciarse el reinado de los monarcas de la casa de Borbón, el barroquismo, que a mediados del siglo XVIII había inaugurado su implantación en España, se halla en pleno apogeo, desarrollándose la fase churrigueresca que representa una versión genuinamente española de las libertades con que desde Italia venian interpretados los elementos de la arquitectura grecorromana, en la etapa más exacerbada del barroco.
El advenimiento de Felipe V trae a España, con el gusto francés, esta nueva orientación del arte, que comienza con los palacios reales construidos por arquitectos extranjeros. El monarca impulsa la creación de una Junta preparatoria para el estudio y progreso de las Bellas Artes, que constituye el germen de la Academia de San Fernando, instituido por su hijo y sucesor en el trono Fernando VI, en 1752. El churriguerismo, pujante aún en el primer tercio del siglo XVIII e influido por las modas francesas introducidas por la dinastías borbónicas, decae en competencia con el movimiento neoclásico que se inicia en el arte cortesano.
El neoclasicismo representa, otra vez, la contención, la norma rígida con que fueron readoptados los cánones arquitectónicos de Grecia y Roma por los primeros renacentistas.